
El 5 de julio de 1954, un chofer de camioneta de 19 años de edad cambiaría el curso de la música y de la historia al entrar a un pequeño estudio de grabación en Memphis a realizar tres canciones. Entre esos tres temas que grabó un tal Elvis Aaron Presley se encontraba uno de nombre That's All Right, el cual marcaría el nacimiento no sólo de un nuevo género musical sino el de una forma de expresión artística, social y cultural, además de un estilo de vida: el rock and roll.
Sus antecedentes más directos hay que buscarlos en el jazz, en los ritmos africanos trasplantados a los Estados Unidos por los esclavos y posteriormente desarrollados en las comunidades negras: el blues y el gospel.

El rock & roll nació como música claramente generacional, como una exigencia de ruptura con los géneros musicales anteriores. Fue patrimonio de una juventud que, por primera vez en la historia, no quería parecerse a sus mayores, representantes del puritanismo y el conformismo de la sociedad estadounidense. Su público estaba compuesto mayoritariamente por adolescentes que reivindicaron sus inquietudes y sus aspiraciones con la ayuda del nuevo género, cuya difusión por todo el mundo, breve pero espectacular, encontró en los medios de comunicación de masas su principal aliado.
El rock & roll se convirtió pronto en la síntesis de una forma de vida. La juventud estadounidense encontró un cauce de expresión adecuado a sus necesidades en un sonido frenético y estridente que, al mismo tiempo, constituía una evolución de las raíces de la música popular, tanto negra como blanca.

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